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7 habilidades que los líderes deben dominar para responder con eficacia a los eventos críticos

Hay eventos críticos que pueden resultar familiares para una organización, que suceden con frecuencia o que incluso siguen una programación establecida. Otros pueden suponer nuevos desafíos que los equipos de respuesta no hayan visto ni experimentado antes. En el peor de los casos, los eventos podrían incluso ocurrir simultáneamente, obligando al personal de respuesta a dividir su atención a la vez que intentan anticiparse y tener en cuenta los efectos combinados. Sea como fuere, todos los eventos críticos requieren un liderazgo firme para minimizar el impacto sobre las personas y las operaciones de una organización.

Cuando se discute sobre el estado de preparación de una organización para hacer frente a eventos críticos nos solemos centrar en las capacidades y la planificación de la empresa. No obstante, hasta el mejor plan de respuesta a emergencias tiene pocas probabilidades de éxito si los miembros del equipo de liderazgo encargados de organizarla no están bien equipados para gestionar una respuesta coordinada.

Vamos a examinar detenidamente las habilidades esenciales que los líderes deben poseer y poner en práctica cuando tiene lugar una crisis. Así estarán mejor preparados para anticiparse a los eventos críticos, mucho antes de que ocurran.

Comprender los tres tipos de eventos críticos

Hay tres categorías de eventos críticos que las organizaciones pueden sufrir y deben ser capaces de gestionar. Las emergencias de rutina, como los desastres naturales, son eventos que no resultan nuevos y que podemos planificar en función de la experiencia acumulada. Las emergencias de crisis, como los ataques terroristas, son acontecimientos novedosos casi imposibles de prever, por lo que la planificación previa es poco común. En tercer lugar, hay crisis de emergencia que inicialmente se presentan como emergencias de rutina, y generan en el personal de respuesta una falsa sensación de seguridad, dado que creen haber experimentado ya este tipo de evento crítico, cuando en realidad no es así (la reciente pandemia global es un buen ejemplo).

Puesto que, en parte, el alcance, la gravedad y la novedad de los eventos críticos determinarán la utilidad real de los planes de respuesta a emergencias de una organización, es importante tener en cuenta los dos componentes de la preparación que entran en juego al afrontar eventos críticos: operar en un estado constante de preparación y disponer de una amplia gama de planes de contingencia. La planificación de la respuesta a emergencias es crucial, pero incluso el plan más sólido no puede cubrir todas las situaciones posibles. Todos los eventos críticos implican tomar decisiones en tiempo real y actuar en medio de una tremenda presión.

Contrariamente a la creencia común, las organizaciones no se preparan para todos los posibles eventos críticos. Los peores escenarios son demasiado amplios, graves e impredecibles, por lo que no resulta práctico ni rentable incorporar estos escenarios a un plan de respuesta o de formación para emergencias. Por el contrario, los planes de respuesta a emergencias se diseñan para abordar emergencias de rutina, que son razonablemente predecibles y las organizaciones ya saben cómo gestionar.

Entonces, ¿cómo puede una organización estar preparada para emergencias y eventos críticos? Aquí es donde entran en juego las habilidades de liderazgo de los gerentes de emergencias.

Siete habilidades esenciales para una gestión de crisis eficaz

Según Regina Phelps, reconocida experta en el campo de la gestión de emergencias y la planificación de continuidad, y una de las más destacadas expertas en la materia de Everbridge, hay siete habilidades esenciales que los miembros del equipo de liderazgo de una organización deben poseer y desarrollar para gestionar los eventos críticos de forma eficaz, proteger a su personal y mantener la continuidad del negocio:

  1. Conciencia situacional
  2. Improvisación
  3. Creatividad y adaptabilidad
  4. Decisión
  5. Acción
  6. Comunicación
  7. Reevaluación

En un reciente webinar de Everbridge, la Sra. Phelps destacó la importancia de cada una de estas habilidades e ilustró cómo la interacción entre ellas puede ayudar a los líderes a minimizar el impacto de los eventos críticos en sus organizaciones. A continuación, ofrecemos un breve resumen de los principales puntos que abordó la Sra. Phelps.

La primera habilidad es la conciencia situacional, entendida como la capacidad del equipo de liderazgo para tener en cuenta el contexto que rodea a un evento crítico mientras este tiene lugar, evaluar la relevancia y la integridad de la información disponible, anticipar las consecuencias probables y tomar decisiones apropiadas. Cuando un equipo de liderazgo es incapaz de extraer la información crucial ignorando los datos irrelevantes, o de comprender las implicaciones de ciertas medidas de respuesta, es poco probable que sea capaz de minimizar el impacto de la crisis.

La siguiente habilidad que los líderes deben desarrollar es la improvisación, la capacidad de cambiar rápidamente los planes en función de la información obtenida mediante la conciencia situacional. En una verdadera emergencia de crisis, lo más probable es que el plan A (probado, comprobado y verdadero) no funcione. En vez de ese plan A, los líderes de respuesta a emergencias tendrán que recurrir al plan B. Por desgracia, cuanto más novedoso sea un evento, mayor será la probabilidad de que ni siquiera exista un plan B. Por improvisación se entiende la capacidad del equipo de liderazgo para ajustarse sobre la marcha y trazar un nuevo plan.

La improvisación va de la mano de la creatividad y la adaptabilidad. Si bien entendemos la improvisación como la capacidad de idear un plan B sobre la marcha usando solo las conclusiones alcanzadas mediante la conciencia situacional, la creatividad y la adaptabilidad se definen como la capacidad del equipo de liderazgo para poner en práctica dicho plan y reaccionar en consecuencia a medida que cambian las condiciones. La respuesta de emergencia nunca es estática. En situaciones de crisis, los líderes no pueden casarse con una sola estrategia. Deben seguir recibiendo nueva información, escuchar atentamente y consultar con el personal de emergencia de primera línea, que comprende qué está sucediendo. Y, según lo aconsejen las condiciones, deben tener la disposición y la capacidad de pivotar.

Lo que hasta el momento estaba implícito necesita explicitarse: la decisión es otra habilidad esencial. Los líderes deben ser capaces de hacer avanzar a sus organizaciones aun con información confusa, incoherente y cambiante. Si hemos entendido la necesidad de improvisación, creatividad y adaptabilidad, entenderemos que la decisión no implica rigidez. Pero sí que implica la necesidad de pasar a la acción rápidamente, incluso cuando la conciencia situacional continúe evolucionando. Si, durante la respuesta, se hace evidente que la decisión que se ha tomado es equivocada, los líderes deben reevaluar la situación.

Tenga en cuenta el siguiente principio para la respuesta a eventos críticos: No se puede controlar el desastre, pero se puede controlar la respuesta al desastre, y ello requiere asumir el bastón de mando del liderazgo. La acción es una habilidad de liderazgo que, al igual que la decisión, casi nunca se menciona. No obstante, la acción no puede darse por sentada. Quien haya sufrido una situación en la que la persona en posición de liderazgo sea reacia a liderar sabe de qué hablamos. Los líderes deben demostrar la capacidad de llevar a cabo los planes previstos, para que otros sigan su ejemplo.

La capacidad de liderazgo del equipo directivo depende en gran medida de una comunicación eficaz. Cada organización debe contar con una plataforma de comunicación de eventos críticos y emergencias que, en caso de crisis, permita al equipo de respuesta a emergencias:

  • Comprender dónde está el personal de la organización en relación con la crisis
  • Enviar mensajes automatizados y contextualizados a todo el personal, incluidos, entre otros, quienes están directamente en peligro
  • Comunicarse con el personal de la organización para comprender cómo les afecta la crisis y garantizar su seguridad

Dicho esto, la plataforma de comunicaciones es solo el medio para enviar y recibir mensajes. Los mensajes en sí requieren un enfoque completamente diferente. Para evitar confusiones, los mensajes deben ser claros, nítidos, concisos y oportunos. Es importante que estas comunicaciones no alarmen al personal, pero deben transmitir claramente la magnitud de la situación. Es crucial que el equipo de liderazgo haga uso de todos los canales de comunicación, incluidas las redes sociales.

La última habilidad que los equipos de liderazgo necesitan para minimizar el impacto de los eventos críticos es la reevaluación. Sin la voluntad de analizar la gestión de la respuesta a emergencias y preguntarse una y otra vez: «¿cómo lo estamos haciendo?» y «¿qué estamos pasando por alto?», todas las habilidades comentadas pierden su efecto. Sin poder aplicar una reevaluación cuidadosa, los equipos de liderazgo corren el riesgo de conducir a sus organizaciones por un camino que amplificará el alcance y el impacto de los eventos críticos en sus organizaciones, en lugar de minimizarlos.

Le invitamos a ver el webinar para conocer en detalle estas habilidades esenciales de liderazgo. Si desea obtener más información, póngase en contacto con nosotros.

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